Ayer me compré este conjunto de Zara y se lo enseñé a una amiga según salía de la tienda. “No lo veo” me dijo; pero yo lo tenía clarísimo. Creo que ahora ella también “lo vería”.
Muchas veces no es cuestión de las prendas, de los colores o las mezclas que nos pongamos, sino más bien de como las llevamos y las hacemos nuestras.
Cuanto más claro lo tienes, mejor te sienta.
Y es que hoy, lo tenía tan claro que me he lanzado a la calle con un zapato de cada color. O más bien porque no tenía nada claro con cual quedarme 😉